Es normal. Cuando el aceite de coco sufre procesos de solidificación y fusión, algunos componentes: proteínas y ácidos grasos fundamentalmente, se desnaturalizan lo que provoca que haya sedimentos en suspensión, que con el paso del tiempo precipitan y al solidificarse adquieren tonos amarillentos.
La formación de estos acúmulos en ningún momento supone un riesgo para la salud y el producto es totalmente seguro y apto para el consumo humano.
Si el aceite de coco se lleva a estado líquido, estas manchas desaparecerán.
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